M-ESLON®

Cápsulas con microgránulos de liberación prolongada

(MORFINA )

Narcóticos (N2A)

ADMINISTRACIÓN Y POSOLOGÍA
ALMACENAMIENTO
COMPOSICIÓN
CONTRAINDICACIONES
EFECTO EN LA CAPACIDAD PARA CONDUCIR Y UTILIZAR MÁQUINAS
EFECTOS ADVERSOS
EMBARAZO Y LACTANCIA
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA
INDICACIONES
INTERACCIONES
PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS
PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS
PRESENTACIÓN

SOBREDOSIS Y TRATAMIENTO

Síntomas: Depresión respiratoria, somnolencia progresiva que puede llegar a estupor o coma, miosis extrema, hipotensión, hipotermia, coma, flaccidez músculo esqueletal.

Tratamiento:

• Reanimación cardio-respiratoria en un servicio médico especializado.

• Tratamiento específico con antídotos antimorfínicos:

– Nalorfina: 5 a 10 mg im o iv en caso de shock, repetido cada 15 minutos hata una dosis de 40 mg.

– Naloxona: 40 mg iv repetidos cada 2 a 5 minutos si es necesario (0,4 a 4 mg en dosis fraccionadas).

Precaución: En aquellos sujetos con dependencia morfinosímil, una inyección de naloxona en dosis altas puede provocar un síndrome de abstinencia agudo. En estos casos, debiera evitarse la administración de antagonistas narcóticos. Si es necesario utilizar naloxona en estos pacientes, ésta debe ser inyectada en dosis progresivas y con monitorización constante. La severidad del síndrome de abstinencia dependerá del grado de dependencia física que presente el individuo.

VIA DE ADMINISTRACION Y DOSIS: Se administra por vía oral. Es fundamental ajustar el régimen de dosificación para cada paciente tomando en cuenta, entre otros, las experiencias previas con analgésicos opioides, la dosis diaria, potencia y características precisas del opioide tomada anteriormente por el paciente; el grado de tolerancia a opioides y el estado general del paciente La dosis usual en el adulto es de 1 cápsula 2 veces al día con 12 horas de intervalo. La posología varía según la severidad de los dolores y dependiendo de los requerimientos del paciente. En caso de dolores persistentes o de tolerancia a la morfina, la posología de las cápsulas puede ser aumentada, administrando las cápsulas de 10, 30, y 60 mg en una sola toma. En aquellos pacientes que han recibido previamente una terapia con morfina de liberación inmediata por vía oral, la posología diaria de M-ESLON será la misma, pero repartida 2 veces al día con 12 horas de intervalo. En aquellos pacientes que han recibido previamente un tratamiento con morfina por vía parenteral, la posología deberá ser suficientemente aumentada para compensar la disminución del efecto analgésico del producto al ser administrado por vía oral. El aumento de la posología puede variar de 50 a 100%. La dosis se ajusta en forma individual para cada paciente. Para aquellos pacientes que no pueden tragar las cápsulas, se puede administrar el contenido de ellas dentro de una alimentación semi-sólida (puré - yogurt) o mediante sondas gástricas o de gastrostomía.




CONDICIONES DE ALMACENAMIENTO: Conservar al abrigo del calor.




COMPOSICIÓN:

M-ESLON cápsulas con microgránulos de liberación prolongada 10 mg

Cada CÁPSULA contiene:·Morfina sulfato 10 mg. Excipientes c.s. Los excipientes son: esferas de azúcar, polietilenglicol 4000, dispersión acuosa de etilcelulosa (Aquacoat ECD 30), dibutil sebacato, talco, dióxido de titanio, colorante D&C amarillo N°10.

M-ESLON cápsulas con microgránulos de liberación prolongada 30 mg

Cada CÁPSULA contiene: Morfina sulfato 30 mg. Excipientes c.s. Los excipientes son: esferas de azúcar, polietilenglicol 4000, dispersión acuosa de etilcelulosa (Aquacoat ECD 30), dibutil sebacato, talco, dióxido de titanio.

M-ESLON cápsulas con microgránulos de liberación prolongada 60 mg

Cada CÁPSULA contiene: Morfina sulfato 60 mg. Excipientes c.s. Los excipientes son: esferas de azúcar, polietilenglicol 4000, dispersión acuosa de etilcelulosa (Aquacoat ECD 30), dibutil sebacato, talco, colorante FDC&C N°6 (C.I. 15985), dióxido de titanio.




CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad al principio activo. Depresión respiratoria en ausencia de equipo de resucitación. Asma bronquial agudo o severo. Íleo paralítico.




EFECTOS SOBRE LA CAPACIDAD DE CONDUCIR VEHICULOS U OPERAR MAQUINARIAS: Se debe advertir a los pacientes del riesgo que significa conducir vehículos u operar maquinarias complejas al estar en terapia con morfina, por el deterioro de la capacidad física y psíquica que pueda provocar este medicamento.




REACCIONES ADVERSAS: Las reacciones adversas causadas por la morfina son esencialmente las mismas que con otros analgésicos opioides. Las más serias son depresión respiratoria, apnea y en menor grado, depresión circulatoria, paro respiratorio, shock y paro cardíaco. Las más comunes con las dosis habituales son: náuseas, constipación, confusión, mareos, vértigo, sudoración, disforia, euforia y, ocasionalmente, vómitos. Algunos de estos efectos parecen ser más marcados en pacientes ambulatorios y pueden aliviarse si el paciente se mantiene en reposo.

Las más infrecuentes son: Sistema Nervioso Central: debilidad, cefalea, agitación, trémor, movimientos musculares descoordinados, alteraciones del carácter, rigidez muscular. Sistema Gastrointestinal: sequedad de la boca, constipación, espasmos del tracto biliar, anorexia, diarrea. Sistema cardiovascular: escalofríos, taquicardia, bradicardia, palpitaciones. Sistema genitourinario: retención urinaria, reducción de la líbido. Sistema dermatológico: prurito, urticaria, edema, diaforesis.

Los más comunes con las dosis habituales son náuseas, constipación, confusión, mareos, vértigo, sudoración, disforia, euforia y, ocasionalmente, vómitos. Algunos de estos efectos parecen ser más marcados en pacientes ambulatorios y pueden aliviarse si el paciente se mantiene en reposo.




USO DURANTE EMBARAZO Y LACTANCIA: M-ESLON debe ser usado en mujeres embarazadas sólo si es estrictamente necesario. No se recomienda utilizar M-ESLON durante o inmediatamente antes del parto. Ocasionalmente, los analgésicos opioides pueden prolongar el parto mediante reducción temporal de la fuerza, duración y frecuencia de las contracciones uterinas. Sin embargo, este efecto puede ser compensado por un aumento de la velocidad de dilatación cervical, la cual tiende a acortar el trabajo de parto. Se debe observar con atención a neonatos nacidos de madres en las cuales se hayan utilizado analgésicos opioides durante el parto por posibles signos de depresión respiratoria. La naloxona (antagonista específico de narcóticos) podría ser de utilidad para revertir la depresión respiratoria inducida por narcóticos en neonatos. Se han detectado niveles bajos de morfina en la leche materna. Puede ocurrir síntomas de deprivación en el lactante cuando se suspende bruscamente la administración de M- ESLON a la madre. No se recomienda amamantar durante un tratamiento con M-ESLON, pues la morfina puede ser excretada en la leche.




FARMACOLOGIA CLINICA

Farmacocinética: Luego de una administración oral de una dosis de morfina, la liberación de la droga es algo más lenta desde M-ESLON que desde una formulación convencional, pero la cantidad absorbida es esencialmente la misma Luego de una administración oral de M-ESLON, las concentraciones máximas son obtenidas a las 2 - 4 horas. Después de la absorción, la morfina se une en un 30% a proteínas plasmáticas. Una vez absorbida, la morfina se distribuye al músculo esquelético, riñones, pulmones, hígado, tracto intestinal, bazo y cerebro. La morfina atraviesa la membrana placentaria y ha sido encontrada en la leche materna. La morfina sufre una importante metabolización hepática. Aunque una pequeña fracción (menos del 5%) de ella es desmetilada, prácticamente todo el resto es metabolizado a derivados glucuronjugados, de los cuales, el que se encuentra en mayor proporción en el plasma luego de una administración oral es el 3-glucuronido morfina. Los metabolitos de la morfina son comúnmente inactivos. El posible efecto de los alimentos sobre la biodisponibilidad de M-ESLON no ha sido evaluado sistemáticamente. Cuando se administra en un régimen de dosis fija, morfina sulfato de liberación inmediata o M-ESLON, la concentración al estado estacionario se alcanza aproximadamente en un día. El área bajo la curva y la concentración al estado estacionario (Css) serán independientes del tipo específico de formulación oral siempre que estas formulaciones tengan la misma biodisponibilidad absoluta. La eliminación se produce principalmente por vía urinaria, por filtración glomerular, fundamentalmente como derivados glucuroconjugados. La eliminación por vía fecal es <10%.

Farmacodinamia: Los efectos descritos a continuación son comunes a todos los productos que contienen morfina. Sistema Nervioso Central Las principales acciones de la morfina son analgesia y sedación. El mecanismo preciso de la acción analgésica es desconocido. Sin embargo, a lo largo de la médula espinal y el cerebro han sido identificados receptores opioides específicos y compuestos endógenos con actividad morfinosímil que jugarían un rol en la actividad analgésica de la morfina. La morfina posee una acción psicodisléptica caracterizada por la aparición de un estado de euforia y/o disforia. Es una sustancia toxicogénica que provoca tolerancia y dependencia física y psíquica. A dosis superiores a la terapéutica, la morfina ejerce una acción depresora sobre los centros respiratorios. Produce depresión sobre el centro de la tos y estimulación sobre el centro de los vómitos. (A dosis bajas y en sujetos que no hayan recibido morfina, se produce emesis. En cambio, a dosis más altas y con administraciones repetidas, se produce un efecto antiemético). La morfina produce miosis aún en completa oscuridad.

• Musculatura lisa: La morfina disminuye el tono y el peristaltismo de las fibras longitudinales y aumenta el tono de las fibras circulantes, lo que provoca un espasmo de los esfínteres (pilórico, anal, de Oddi, vesical). Clínicamente esta acción se manifiesta con la aparición de constipación, aumento de la presión de los canales biliares y la aparición de espasmos a nivel de las vías urinarias.

• Sistema cardiovascular: La morfina produce vasodilatación periférica, la cual puede resultar en hipotensión ortostática. Puede ocurrir una liberación de histamina, lo que contribuiría a una hipotensión inducida por narcóticos. Las manifestaciones clínicas de la liberación de histamina y/o vasodilatación periférica pueden incluir prurito, bochorno, ojos rojos y transpiración.

• Relación concentración plasmática de morfina versus analgesia: En cualquier paciente, tanto los efectos analgésicos como las concentraciones plasmáticas de morfina son dependientes de la dosis. En individuos no tolerantes, la concentración mínima efectiva en el plasma varía entre 5 y 20 ng/ml, aproximadamente. La dosis efectiva en pacientes con tolerancia opioide puede ser 10 a 50 veces mayor que en pacientes no tolerantes. Las dosis de morfina deben ser elegidas en base a una exhaustiva evaluación clínica del paciente, que incluya un balance entre los efectos terapéuticos y las posibles reacciones adversas. Para cualquier régimen de dosificación M-ESLON tendrá en el estado estacionario, una concentración máxima menor y una concentración mínima mayor que con una formulación convencional. Esto representa una ventaja potencial, puesto que disminuye el grado de fluctuación de las concentraciones de morfina durante la dosificación, lo que permite mantenerse dentro del margen terapéutico.




INDICACIONES: Dolores crónicos intensos y/o rebeldes a otros analgésicos, particularmente, dolores de origen canceroso.

USO PEDIATRICO: El uso de M-ESLON no ha sido sistemáticamente evaluado en niños.




INTERACCIONES: En el uso concomitante de otros agentes depresores del Sistema Nervioso Central, incluyendo sedantes o hipnóticos, anestésico generales, fenotiazinas, tranquilizantes y alcohol pueden producir efectos depresivos aditivos. Puede ocurrir depresión respiratoria, hipotensión y sedación profunda o coma. Si se requiere administrar esta terapia combinada, la dosis de uno o ambos agentes debe ser reducida. El tratamiento concomitante con IMAO puede causar problemas severos, en ocasiones mortales, similares a los producidos con la petidina. No se sabe si estas reacciones se producen también con otros analgésicos centrales. Se recomienda dejar un período libre de 15 días sin administrar IMAO antes de instituir una terapia con un analgésico morfínico.




ADVERTENCIAS

Deterioro respiratorio: La depresión respiratoria es el principal riesgo que presentan todas las preparaciones con morfina. Esta depresión ocurre más frecuentemente en pacientes de edad avanzada y en pacientes debilitados, tanto como en aquellos en que aún con dosis terapéuticas moderadas pueda producirse una peligrosa disminución de la ventilación pulmonar. La Morfina debe ser usada con extrema precaución en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica o cor pulmonale y en pacientes con una disminución sustancial de la reserva respiratoria, hipoxia, hipercapnia o depresión respiratoria preexistente. Lesión encefálica y presión intracraneana aumentada Los efectos de depresión respiratoria de la morfina con retención de dióxido de carbono y elevación secundaria de la presión del fluido cerebroespinal puede estar marcadamente exagerada en presencia de lesión encefálica, otras lesiones intracraneanas o aumento preexistente de la presión intracraneana. Los efectos de la morfina pueden encubrir signos neurológicos de nuevo incremento de la presión intracraneana en pacientes con daño encefálico.

Efecto hipotensor: M-ESLON como todos los analgésicos opioides, puede causar hipotensión severa en individuos cuya capacidad para mantener su presión sanguínea ha sido comprometida por una disminución del volumen sanguíneo o por la administración concomitante de drogas tales como fenotiazinas o anestésicos generales. M-ESLON puede producir hipotensión ortostática en pacientes ambulatorios. M-ESLON debe ser administrado con precaución en pacientes con shock circulatorio, ya que la vasodilatación producida por la droga puede, además, reducir el rendimiento cardíaco y la presión sanguínea. La morfina puede causar dependencia a la droga. La tolerancia, tanto como la dependencia física y psíquica pueden desarrollarse luego de administraciones repetidas. La dependencia física, sin embargo, no reviste una gran importancia en el manejo de pacientes terminales o cualquier paciente con un dolor severo. La discontinuación o reducción de dosis en forma brusca podría desencadenar síntomas de deprivación. Luego de una terapia prolongada con analgésicos opioides, la discontinuación debe realizarse en forma gradual. Los niños nacidos de madres con dependencia física a analgésicos opioides pueden ser, también, físicamente dependientes y presentar depresión respiratoria y síntomas de deprivación. M-ESLON como todos los analgésicos opioides debe ser administrado con precaución y a una dosis reducida en pacientes que estén recibiendo en forma concomitante una terapia con otros depresores del Sistema Nervioso Central, incluyendo sedantes e hipnóticos, anestésicos generales, fenotiazinas, otros tranquilizantes y alcohol; pues podría producirse depresión respiratoria, hipotensión y sedación profunda o coma.

PRECAUCIONES: Tal como con cualquier opioide potente, es fundamental ajustar el régimen de dosificación de M-ESLON para cada paciente, tomando en consideración, entre otros, los tratamientos analgésicos previos, dosis diaria, potencia y características de los opioides utilizados por el paciente anteriormente, grado de tolerancia opioide y las condiciones generales del paciente. La selección de los pacientes para instaurar un tratamiento con M-ESLON debe considerar el aumento del riesgo asociado con el uso de este producto especialmente en los casos siguientes: pacientes de edad avanzada o debilitados, aquellos con falla renal, hepática o pulmonar severa, pacientes con mixedema o hipotiroidismo, insuficiencia adrenocortical, depresión del SNC o coma, psicosis tóxica, hipertrofia prostática, alcoholismo agudo, delirium tremens, cifoescoliosis, incapacidad para tragar. La administración de morfina, al igual que todos los analgésicos opioides, puede enmascarar el diagnóstico o el curso clínico en pacientes con un cuadro abdominal agudo. La morfina puede agravar convulsiones preexistentes en pacientes con desórdenes convulsivos. La morfina debiera ser usada con precaución en pacientes con pancreatitis aguda secundaria a una enfermedad del tracto biliar.

DEPENDENCIA Y ABUSO DE LA DROGA: Los analgésicos opioides pueden causar dependencia física y psíquica. La dependencia física se produce, usualmente, después de varias semanas de tratamiento continuo con narcóticos. La tolerancia, en la cual se requiere administrar mayores dosis para obtener el mismo grado de analgesia se manifiesta inicialmente por una disminución de la duración del efecto analgésico y por consiguiente, una disminución de la intensidad analgésica. En pacientes con dolor crónico y en pacientes cancerosos con tolerancia a narcóticos, la administración de M-ESLON debe realizarse de acuerdo al grado de tolerancia que presenta cada paciente. En pacientes opioide tolerantes, cuyo dolor es causado por una enfermedad irreversible, la dependencia física no representa un factor de primera prioridad. Si la droga se discontinúa en forma brusca, podría producirse un moderado síndrome de abstinencia, el cual se caracteriza por todos o algunos de los siguientes síntomas: inquietud, lagrimeo, rinorrea, sudor, sueño intranquilo y midriasis durante las primeras 24 horas. Estos síntomas, habitualmente aumenta en intensidad y sobre las 72 horas siguientes pueden estar acompañados de aumento de la irritabilidad, ansiedad, debilidad, crispación y espasmos musculares; dolor de espalda severo, dolor abdominal y de extremidades; calambres; escalofríos; insomnio; náuseas, anorexia, vómitos, espasmos intestinales, diarrea, coriza; aumento de la temperatura corporal, de la presión sanguínea, del flujo respiratorio y del ritmo cardíaco. Como consecuencia de la pérdida de fluidos a través de la transpiración, vómitos y diarrea, se puede producir una marcada pérdida de peso, deshidratación, cetosis y alteraciones en el balance ácido-base. Puede ocurrir un colapso cardiovascular. Sin tratamiento, la mayoría de los síntomas desaparecen en 5 - 14 días. Sin embargo, ellos aparecen en una segunda fase, de abstinencia crónica, la cual puede durar 2 a 6 meses y se caracteriza por insomnio, irritabilidad y dolores musculares. Si se requiere instaurar una terapia para tratar la dependencia física a M-ESLON, se recomienda detoxificar al paciente con una disminución gradual de la dosis, tratando al mismo tiempo los disturbios gastrointestinales producidos.




ADVERTENCIAS

Deterioro respiratorio: La depresión respiratoria es el principal riesgo que presentan todas las preparaciones con morfina. Esta depresión ocurre más frecuentemente en pacientes de edad avanzada y en pacientes debilitados, tanto como en aquellos en que aún con dosis terapéuticas moderadas pueda producirse una peligrosa disminución de la ventilación pulmonar. La Morfina debe ser usada con extrema precaución en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica o cor pulmonale y en pacientes con una disminución sustancial de la reserva respiratoria, hipoxia, hipercapnia o depresión respiratoria preexistente. Lesión encefálica y presión intracraneana aumentada Los efectos de depresión respiratoria de la morfina con retención de dióxido de carbono y elevación secundaria de la presión del fluido cerebroespinal puede estar marcadamente exagerada en presencia de lesión encefálica, otras lesiones intracraneanas o aumento preexistente de la presión intracraneana. Los efectos de la morfina pueden encubrir signos neurológicos de nuevo incremento de la presión intracraneana en pacientes con daño encefálico.

Efecto hipotensor: M-ESLON como todos los analgésicos opioides, puede causar hipotensión severa en individuos cuya capacidad para mantener su presión sanguínea ha sido comprometida por una disminución del volumen sanguíneo o por la administración concomitante de drogas tales como fenotiazinas o anestésicos generales. M-ESLON puede producir hipotensión ortostática en pacientes ambulatorios. M-ESLON debe ser administrado con precaución en pacientes con shock circulatorio, ya que la vasodilatación producida por la droga puede, además, reducir el rendimiento cardíaco y la presión sanguínea. La morfina puede causar dependencia a la droga. La tolerancia, tanto como la dependencia física y psíquica pueden desarrollarse luego de administraciones repetidas. La dependencia física, sin embargo, no reviste una gran importancia en el manejo de pacientes terminales o cualquier paciente con un dolor severo. La discontinuación o reducción de dosis en forma brusca podría desencadenar síntomas de deprivación. Luego de una terapia prolongada con analgésicos opioides, la discontinuación debe realizarse en forma gradual. Los niños nacidos de madres con dependencia física a analgésicos opioides pueden ser, también, físicamente dependientes y presentar depresión respiratoria y síntomas de deprivación. M-ESLON como todos los analgésicos opioides debe ser administrado con precaución y a una dosis reducida en pacientes que estén recibiendo en forma concomitante una terapia con otros depresores del Sistema Nervioso Central, incluyendo sedantes e hipnóticos, anestésicos generales, fenotiazinas, otros tranquilizantes y alcohol; pues podría producirse depresión respiratoria, hipotensión y sedación profunda o coma.

PRECAUCIONES: Tal como con cualquier opioide potente, es fundamental ajustar el régimen de dosificación de M-ESLON para cada paciente, tomando en consideración, entre otros, los tratamientos analgésicos previos, dosis diaria, potencia y características de los opioides utilizados por el paciente anteriormente, grado de tolerancia opioide y las condiciones generales del paciente. La selección de los pacientes para instaurar un tratamiento con M-ESLON debe considerar el aumento del riesgo asociado con el uso de este producto especialmente en los casos siguientes: pacientes de edad avanzada o debilitados, aquellos con falla renal, hepática o pulmonar severa, pacientes con mixedema o hipotiroidismo, insuficiencia adrenocortical, depresión del SNC o coma, psicosis tóxica, hipertrofia prostática, alcoholismo agudo, delirium tremens, cifoescoliosis, incapacidad para tragar. La administración de morfina, al igual que todos los analgésicos opioides, puede enmascarar el diagnóstico o el curso clínico en pacientes con un cuadro abdominal agudo. La morfina puede agravar convulsiones preexistentes en pacientes con desórdenes convulsivos. La morfina debiera ser usada con precaución en pacientes con pancreatitis aguda secundaria a una enfermedad del tracto biliar.

DEPENDENCIA Y ABUSO DE LA DROGA: Los analgésicos opioides pueden causar dependencia física y psíquica. La dependencia física se produce, usualmente, después de varias semanas de tratamiento continuo con narcóticos. La tolerancia, en la cual se requiere administrar mayores dosis para obtener el mismo grado de analgesia se manifiesta inicialmente por una disminución de la duración del efecto analgésico y por consiguiente, una disminución de la intensidad analgésica. En pacientes con dolor crónico y en pacientes cancerosos con tolerancia a narcóticos, la administración de M-ESLON debe realizarse de acuerdo al grado de tolerancia que presenta cada paciente. En pacientes opioide tolerantes, cuyo dolor es causado por una enfermedad irreversible, la dependencia física no representa un factor de primera prioridad. Si la droga se discontinúa en forma brusca, podría producirse un moderado síndrome de abstinencia, el cual se caracteriza por todos o algunos de los siguientes síntomas: inquietud, lagrimeo, rinorrea, sudor, sueño intranquilo y midriasis durante las primeras 24 horas. Estos síntomas, habitualmente aumenta en intensidad y sobre las 72 horas siguientes pueden estar acompañados de aumento de la irritabilidad, ansiedad, debilidad, crispación y espasmos musculares; dolor de espalda severo, dolor abdominal y de extremidades; calambres; escalofríos; insomnio; náuseas, anorexia, vómitos, espasmos intestinales, diarrea, coriza; aumento de la temperatura corporal, de la presión sanguínea, del flujo respiratorio y del ritmo cardíaco. Como consecuencia de la pérdida de fluidos a través de la transpiración, vómitos y diarrea, se puede producir una marcada pérdida de peso, deshidratación, cetosis y alteraciones en el balance ácido-base. Puede ocurrir un colapso cardiovascular. Sin tratamiento, la mayoría de los síntomas desaparecen en 5 - 14 días. Sin embargo, ellos aparecen en una segunda fase, de abstinencia crónica, la cual puede durar 2 a 6 meses y se caracteriza por insomnio, irritabilidad y dolores musculares. Si se requiere instaurar una terapia para tratar la dependencia física a M-ESLON, se recomienda detoxificar al paciente con una disminución gradual de la dosis, tratando al mismo tiempo los disturbios gastrointestinales producidos.




PRESENTACIONES: M-ESLON Envase con 10 cápsulas de 10, 30 y 60 mg- ESLON

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