CAPRIMIDA D BALANCE

Comprimidos recubiertos

(COBRE ZINC CALCIO, CARBONATO DE BORO MAGNESIO MANGANESO VITAMINA D3 )

Productos con calcio (A12A)

ADMINISTRACIÓN Y POSOLOGÍA
COMPOSICIÓN
CONTRAINDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA
INDICACIONES
INTERACCIONES
PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS
PRESENTACIÓN
SOBREDOSIFICACIÓN

DOSIFICACIÓN Y ADMINISTRACIÓN

Vía de administración: Oral.

Dosis habitual en adultos: Se recomienda la administración de 1 a 2 comprimidos al día, 1 a 1.1/2 horas después de las comidas.

La dosis debe ser individualizada por el médico, basándose en la severidad de la deficiencia.




COMPOSICIÓN

Cada COMPRIMIDO RECUBIERTO contiene: Calcio (como carbonato) 500 mg; Colecalciferol (vitamina D3) 2 mg (200 u.i.); Magnesio(como óxido) 40 mg; Zinc (como óxido) 7,5 mg; Manganeso (como sulfato monohidrato) 1,8 mg; Cobre (como óxido) 1 mg; Boro (como tetraborato de sodio) 1 mg




CONTRAINDICACIONES

Su uso se encuentra contraindicado en los siguientes casos:

• Hipercalcemia primaria o secundaria.

• Hipercalciuria.

• Hipervitaminosis d.

• Litiasis cálcica.

• Insuficiencia renal grave.

• Sarcoidosis

• Osteodistrofia renal con hiperfosfatemia.

• Antecedentes de hipersensibilidad a alguno de los componentes de la formulación.




REACCIONES ADVERSAS: Se han descrito ocasionalmente ligeras alteraciones digestivas (distensión abdominal, constipación, flatulencia, náuseas y vómitos), las cuales no requieren atención médica, a menos que sean demasiado molestas o no desaparezcan durante el curso del tratamiento. Existe una mayor probabilidad de reacciones adversas más serias cuando este medicamento es administrado en dosis mucho mayores que las recomendadas (dosis de calcio mayores a 2.000 a 2.500 mg al día), por períodos de tiempo prolongados o cuando es administrado a pacientes con disfunción renal o con síndrome de leche alcalina.

Se ha reportado que este medicamento puede estimular la formación de cálculos renales en aquellos pacientes con la función renal alterada. Además, los tratamientos prolongados a dosis altas pueden producir una hipercalcemia, la cual se caracteriza por:

• Síntomas precoces de hipercalcemia: constipación severa; sequedad de la boca; dolor de cabeza contínuo; sed aumentada; irritabilidad; pérdida del apetito; depresión mental; sabor metálico; cansancio o debilidad inusuales.

• Síntomas tardíos de hipercalcemia: confusión; somnolencia; presión arterial alta; aumento de la sensibilidad de la piel y ojos a la luz, especialmente en pacientes sometidos a hemodiálisis; latidos cardíacos rápidos, lentos o irregulares; náuseas y vómitos; aumento inusual del volumen de orina o aumento de la frecuencia de micción.




FARMACOLOGÍA

Calcio: El calcio es esencial para la integridad funcional de los sistemas esquelético y muscular y nervioso. Cumple un importante rol en la función cardíaca, renal, respiratoria, en la permeabilidad capilar y en las membranas celulares. Además, ayuda a regular la liberación y almacenamiento de neurotransmisores y hormonas.

La mayor fracción de calcio (99%) está en la estructura esquelética primaria como hidroxiapatita, ca10 (po4)6 (oh)2, también se encuentra presente, en pequeñas cantidades, como carbonato de calcio y fosfato de calcio amorfo.

El calcio de los huesos está en constante intercambio con el calcio del plasma. Debido a que las funciones metabólicas del calcio son esenciales para la vida, cuando se produce una alteración en el balance de calcio, debido a deficiencia en la dieta u otras causas, las reservas de calcio en los huesos pueden disminuir para suplir las necesidades más agudas del organismo.

Vitamina D: Es esencial para promover la absorción y utilización del calcio y fosfatos y para la normal calcificación de los huesos.

El colecalciferol o vitamina D3, conjuntamente con la hormona paratiroidea y la calcitonina, regulan las concentraciones de calcio en el plasma.

El uso simultáneo de calcio y de vitamina d induce un aumento en la absorción de calcio a nivel intestinal.

Las concentraciones de calcio en el plasma dependen principalmente de la absorción gastrointestinal, el metabolismo óseo y la eliminación renal.

Por el efecto de éste sobre la excitabilidad de las membranas nerviosas y musculares, sobre la liberación de transmisores neurohumorales y secreciones endo y exocrinas y sobre la contracción muscular es importante que la concentración de calcio se conserve dentro de límites estrechos.

También se requieren iones de calcio para la formación de huesos y dientes y para la coagulación de la sangre.

Magnesio: El magnesio es necesario para la estructura ósea y también es esencial para el funcionamiento de un gran número de enzimas importantes, incluyendo las enzimas que involucran la fosforilación de atp, síntesis proteíca y el metabolismo de los carbohidratos. Junto con el calcio y el fósforo, el magnesio es otro de los minerales fundamentales en el metabolismo óseo. El magnesio tiene un efecto similar al calcio, en términos de afectar el snc y el músculo esquelético. Incluso, la respuesta normal de la glándula paratiroides a la hipocalcemia también es gatillada por la deficiencia de magnesio.

Zinc: Constituyente esencial de un gran número de metaloenzimas, incluyendo la anhidrasa carbónica, carboxipeptidasa a, alcohol deshidrogenasa, fosfatasa alcalina y rna polimerasa. También es necesario para mantener la estructura de los ácidos nucleícos, proteínas y membranas.

Manganeso: El manganeso es requerido para la síntesis de los mucopolisacáridos del cartílago, utilización de la glucosa, biosíntesis de esteroides y para la actividad de la piruvato carboxilasa. Este mineral no sólo interviene favoreciendo el metabolismo óseo, participando en la formación de tejido conectivo, cartílago y del líquido sinovial, sino que también ayuda a mantener la normal producción de hormonas sexuales.

Cobre: Una de las características prominentes de la deficiencia de cobre es el daño en la absorción de hierro, que se produce debido a la pérdida de actividad de las cobre-metaloenzimas, ferroxidasa y ceruloplasmina, resultando en una anemia hipocrómica. La ceruloplasmina es especialmente importante para la conversión de hierro ferroso absorbido a hierro férrico transportado. Otras enzimas que contienen cobre son la citocromo-c oxidasa, dopamina beta-hidroxilasa, superóxido dismutasa y lisil oxidasa. Esta última está involucrada en el entrecruzamiento del colágeno y elastina. En los animales deficientes de cobre, las cortezas del hueso son frágiles y delgadas debido a la falla en el entrecruzamiento de colágeno.

Boro: Es un mineral traza, que se encuentra en altas cantidades en las frutas, verduras, nueces y legumbres. Aunque no se ha demostrado que sea un nutriente esencial para los humanos, la evidencia indica que la deficiencia y suplementación de boro ejercen efectos biológicos medibles. Se ha demostrado que el boro tiene un impacto sobre el metabolismo mineral, funcionamiento cerebral y sobre los niveles de ciertas hormonas. Debido a su impacto sobre el metabolismo mineral y sobre las hormonas, factores asociados con la formación ósea, la suplementación de boro es considerada importante en la prevención de la osteoporosis. Las dietas pobres en boro evidencian una mayor pérdida de calcio y magnesio en mujeres posmenopáusicas, en los casos de osteoporosis. Elevando la ingesta diaria de boro se reduce notablemente la pérdida urinaria de calcio y magnesio en las mujeres posmenopáusicas. Es un micronutriente útil en el metabolismo del calcio, como así también en la elaboración de hormonas sexuales, más precisamente del estrógeno 17 beta-estradiol, y de la testosterona. Varios estudios han demostrado que el boro favorece la absorción y utilización del calcio y magnesio. Además, el boro es esencial para la utilización de la vitamina d, que contribuye a mejorar la absorción del calcio. Estudios recientes sugieren que el boro podría ser esencial en la conversión de vitamina D a su forma activa. En general, se recomienda que el boro sea tomado en asociación a un suplemento de vitaminas y minerales bien balanceado que incluya calcio, magnesio y vitamina D. No existe un valor de ingesta diaria recomendada para el boro, sin embargo, se ha determinado que la ingesta usual de este elemento fluctúa entre 1 y 8 mg al día.

Los niveles superiores de ingesta diaria tolerables son de 3-6 mg en niños y 11-20 mg en adultos.




INDICACIONES

• Prevención y tratamiento de estados carenciales de calcio que están asociados a un déficit de vitamina D.

• Tratamiento de osteoporosis de diversas etiologías: senil, inducida por corticosteroides o como consecuencia de una inmovilización.

• Coadyuvante en la reparación de fracturas óseas.




INTERACCIONES CON OTRAS DROGAS

Tetraciclinas: El calcio y el magnesio disminuyen la absorción de las tetraciclinas. en caso de administración simultánea, se debe respetar un intervalo de al menos tres horas.

Anticonvulsivantes y barbitúricos: Estos medicamentos pueden acelerar la metabolización de la vitamina D, reduciendo su eficacia.

Fenitoína: El uso concomitante disminuye la absorción, tanto de la fenitoína como del calcio, por lo que se recomienda esperar a lo menos 3 horas a partir de la administración de fenitoína, antes de tomar el suplemento de calcio.

Alcohol, cafeína, tabaco: El uso excesivo de alcohol, cafeína (más de 8 tazas de café al día) y tabaco puede disminuir la absorción de calcio.

Agentes bloqueadores de los canales de calcio: El uso concurrente de medicamentos que contienes calcio, en cantidades suficientes para elevar las concentraciones plasmáticas de calcio por sobre los valores normales, puede reducir la respuesta al verapamilo y probablemente a otros bloqueadores de los canales de calcio.

Otras preparaciones que contienen calcio y magnesio: El uso simultáneo con suplementos de calcio puede aumentar las concentraciones plasmáticas de calcio o magnesio en pacientes susceptibles, principalmente aquellos con disfunción renal, provocando hipercalcemia o hipermagnesemia, respectivamente.

Estrógenos orales o contraceptivos que contienen estrógenos: El uso concurrente con suplementos de calcio puede aumentar la absorción de calcio, lo cual es usado como una ventaja terapéutica cuando los estrógenos son prescritos para el tratamiento de la osteoporosis postmenopáusica.

Diuréticos tiazídicos: El uso concurrente con grandes dosis de calcio puede provocar hipercalcemia, debido a la excreción reducida de este elemento.

Etidronato: Su uso simultáneo puede evitar la absorción de etidronato. los pacientes deben ser aconsejados a fin de no ingerir etidronato hasta que transcurra un lapso de dos horas entre la administración de ambos medicamentos.

Fibras o fitatos: El uso concurrente de grandes cantidades de fibras o fitatos puede reducir la absorción de calcio por formación de complejos no absorbibles.

Fluoruro de sodio: El uso simultáneo con suplementos de calcio puede provocar la complejación de los iones calcio con el fluoruro, inhibiendo la absorción de calcio y fluoruro. sin embargo, si el fluoruro de sodio es usado junto con el suplemento de calcio para tratar la osteoporosis, debería transcurrir un lapso de una a dos horas entre la administración de ambos medicamentos.

Fosfato de potasio o fosfato de sodio y potasio: El uso concurrente con suplementos de calcio puede aumentar el potencial para que ocurra la calcificación de los tejidos blandos, si el calcio ionizado plasmático es alto.




PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS: Durante los tratamientos prolongados o en pacientes con deterioro leve a moderado de la función renal o con antecedentes de cálculos renales, es necesario controlar la calciuria y reducir o interrumpir momentáneamente el tratamiento si ésta supera los 7,5 mmol/24 horas (300 mg/24 horas).

Se debe administrar con precaución en pacientes con insuficiencia renal leve a moderada, por el riesgo de que se produzca hipermagnesemia. En estos pacientes se debe controlar regularmente la calcemia, calciuria y evitar la administración de dosis altas. Los pacientes con insuficiencia renal presentan una alteración del metabolismo de la vitamina d si son tratados con colecalciferol, deberá realizarse un estricto control del balance fosfocálcico.

Se debe calcular la ingesta diaria de vitamina d cuando se estén administrando tratamientos concomitantes que contengan esta vitamina. En general, deben evitarse dosis de vitamina D mayores a 400 u.i., que es la ingesta diaria recomendada, a menos que el médico así lo prescriba. Sin embargo, se pueden administrar dosis de 400-800 u.i. de vitamina D, como parte de la prevención y tratamiento de la osteoporosis, en pacientes con una ingesta inadecuada de vitamina D y/o calcio.

En los pacientes propensos a la formación de cálculos renales, se recomienda una mayor ingesta de líquidos.

En los pacientes ancianos, se recomienda un monitoreo regular de la función renal mediante la medición de la creatinina sérica.

Durante el embarazo y lactancia la ingesta diaria no debe superar los 1.500 mg de calcio y 600 u.i. de vitamina D.

No se han descrito problemas en humanos cuando se ingieren las necesidades diarias normales de vitamina d, sin embargo, la sobredosificación de vitamina d se ha asociado a anomalías fetales en animales. En la mujer embarazada se debe evitar la sobredosis de vitamina D, ya que una hipercalcemia prolongada puede conducir a retraso mental y físico, estenosis aórtica y retinopatía en el niño.

Después de la administración oral, los metabolitos de la vitamina D y calcio son excretados en la leche materna en pequeñas proporciones, hasta la fecha no se han documentado efectos adversos en el lactante atribuibles a la excreción materna de estos principios activos.

La administración de dosis excesivas de vitamina D o la sensibilidad aumentada a las cantidades fisiológicas de colecalciferol pueden conducir a una hipervitaminosis D, manifestada por hipercalcemia.

Debe evaluarse la relación riesgo-beneficio en las siguientes situaciones clínicas: Deshidratación o desbalance electrolítico, diarrea crónica, síndrome de mal absorción, antecedentes de cálculos renales, disfunción renal crónica, arteriosclerosis, disfunción cardíaca, hiperfosfatemia, enfermedad de la glándula paratiroídes, disfunción del tracto biliar, disfunción hepática.




PRESENTACIÓN: Envase con 30 comprimidos recubiertos.

K2 HEALTH & WELLNESS

Av. Pedro de Valdivia 295 - Providencia
Teléfono: 3505200 / Fax: 2326215
Email: jjarpa@difrecalcine.cl




SOBREDOSIFICACIÓN: La sobredosificación puede acarrear una elevada concentración de calcio en el plasma, por sobre los valores normales, producto del aumento de la absorción en el tracto gastrointestinal. esto está asociado generalmente a pacientes con insuficiencia renal.

La ingestión de dosis excesivas de vitaminas D por períodos prolongados puede producir una toxicidad severa. La hipercalcemia inducida por la vitamina D puede resultar en calcificación vascular generalizada, nefrocalcinosis y otras calcificaciones de los tejidos blandos, que pueden llevar a una hipertensión e insuficiencia renal. Es más probable que ocurran estos efectos cuando la hipercalcemia es acompañada por hiperfosfatemia.

El tratamiento a seguir debe estar dirigido a bajar la concentración de calcio en el plasma, aumentando su excreción a través de la orina y disminuyendo la resorción ósea.

Una concentración plasmática de calcio que exceda los 2,6 mmol/1 (10,5 mg/100 ml) es considerada una condición hipercalcémica. La hipercalcemia suave en pacientes asintomáticos usualmente se resuelve suspendiendo la administración adicional de calcio y de cualquier otro medicamento que pueda provocar hipercalcemia, cuando la función renal del paciente es adecuada.

Cuando las concentraciones plasmáticas de calcio son mayores de 2,9 mmol/1 (12mg/100ml), se pueden requerir medidas inmediatas que consisten en lo siguiente:

• Hidratación con solución inyectable de cloruro de sodio 0,9%. Se puede usar la diuresis forzada con furosemida o ácido etacrínico para aumentar rápidamente la excreción de calcio y sodio cuando ocurre sobrecarga salina.

• Monitoreo de las concentraciones plasmáticas de potasio y magnesio, comenzando el reemplazo tempranamente para prevenir complicaciones de la terapia.

• Monitoreo del ecg y el posible uso de agentes bloqueadores beta-adrenérgicos para proteger al corazón contra arritmias serias.

• Posible inclusión de hemodiálisis, calcitonina y corticosteroides en el tratamiento.

• Determinaciones de las concentraciones plasmáticas de calcio a intervalos frecuentes para guiar los ajustes de la terapia.