TRAVIATA

Comprimidos recubiertos

(PAROXETINA )

Antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina (ISRS) (N6A4)

ADMINISTRACIÓN Y POSOLOGÍA
ALMACENAMIENTO
COMPOSICIÓN
CONTRAINDICACIONES
EFECTOS ADVERSOS
INDICACIONES
INTERACCIONES
PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS
PRESENTACIÓN
PROPIEDADES FARMACÉUTICAS
SOBREDOSIFICACIÓN

POSOLOGÍA

Paroxetina se administra por vía oral.

Las dosis usuales para adultos son:

• Depresión:

– Dosis inicial: 20 mg 1 vez al día, de preferencia en la mañana. Dependiendo de la respuesta clínica y tolerancia, se puede incrementar la dosis en 10 mg diarios a intervalos de a lo menos 1 semana y no sobrepasando los 50 mg diarios.

• Trastornos obsesivos compulsivos:

– Dosis inicial: 20 mg 1 vez al día, de preferencia en la mañana. Dependiendo de la respuesta clínica y tolerancia, se puede incrementar la dosis en 10 mg diarios a intervalos de a lo menos 1 semana y no sobrepasando los 60 mg diarios. La dosis recomendada es de 40 mg diarios.

• Trastornos de pánico:

– Dosis inicial: 10 mg 1 vez al día, dependiendo de la respuesta clínica y tolerancia, se puede incrementar la dosis en 10 mg diarios, esperando a lo menos 1 semana antes de hacer un nuevo incremento y no sobrepasando la dosis máxima diaria de 60 mg. La dosis recomendada es de 40 mg diarios. En pacientes debilitados o que presenten insuficiencia renal y/o hepática severas, debe comenzarse el tratamiento con 10 mg/día y no sobrepasar un máximo de 40 mg/día para todas las indicaciones.

• Tratamiento de la fobia social: La dosis recomendada es de 20 mg al día. Los pacientes que no respondan a una dosis de 20 mg pueden beneficiarse de un aumento de la dosis en incrementos de 10 mg a intervalos de 1 semana, hasta un máximo de 50 mg diarios.




CONSERVACIÓN: Almacenar en un lugar fresco y seco, a menos de 25 °C.

Mantener fuera del alcance de los niños.




COMPOSICIÓN

Cada COMPRIMIDO RECUBIERTO contiene: Paroxetina clorhidrato 20 mg.




CONTRAINDICACIONES: No administrar en caso de hipersensibilidad al principio activo. Está contraindicado el tratamiento concomitante con inhibidores de la monoaminooxidasa (imao).




REACCIONES ADVERSAS: Los efectos adversos de paroxetina son generalmente suaves y pasajeros, con dependencia de la dosis para los más comunes y con evidencia de adaptación a algunos de ellos con la continuación de la terapia. Los siguientes efectos secundarios, de presentarse, requieren de atención médica: agitación, mialgia, miastenia, miopatía, palpitaciones, rash cutáneo, sangrado anormal o trastornos de la coagulación como la aparición de manchas rojas o púrpuras en la piel, síntomas extrapiramidales incluyendo aquinesia o hipoquinesia, distonía y disartria, hiponatremia, manía o hipermanía, síndrome serotoninérgico. El síndrome serotoninérgico, cuando se presenta, es más probable que ocurra dentro de pocas horas o días luego de un aumento de dosis o de la adición de otro agente serotoninérgico al tratamiento. Este puede incluir arritmia cardíaca, coma, coagulación intravascular diseminada, hipertensión o hipotensión, insuficiencia renal, insuficiencia respiratoria, convulsiones o hipertermia severa. Los siguientes efectos adversos o secundarios requieren de atención médica sólo si no desaparecen con el curso de la terapia o si son demasiado molestos: astenia, constipación, diarrea, mareos, somnolencia, sequedad de la boca, dolor de cabeza, aumento de sudoración, insomnio, náusea, disfunción sexual, especialmente trastornos eyaculatorios o anorgasmia, tremor, cambio de frecuencia urinaria o retención urinaria, vómitos, ansiedad o nerviosismo, visión borrosa, disminución de la libido, cambio de apetito, parestesia, cambios en el sentido del sabor, ganancia o pérdida de peso. Los siguientes efectos adversos pueden presentarse luego de discontinuar el tratamiento y requieren atención médica: agitación, confusión o inquietud, diarrea, mareos, vértigo o aturdimiento, dolor de cabeza, aumento de sudoración, insomnio, trastornos visuales tipo migrañosos, mialgia, náusea o vómito, rinorrea, tremor, cansancio o debilidad excesiva. Los síntomas de discontinuación, cuando ocurren, generalmente comienzan entre 1 a 4 días después de suspender el tratamiento, sin embargo éstos pueden presentarse en forma inmediata e incluso cuando se suspende el tratamiento en forma escalonada. No obstante, muchos de estos efectos son suaves y transitorios, aunque algunos pacientes los pueden experimentar en forma más severa.




INDICACIONES: Tratamiento de desórdenes obsesivos compulsivos. Tratamiento de trastornos de pánico, con o sin agorafobia. Tratamiento de los síntomas de enfermedades depresivas, incluyendo depresión reactiva y severa. Tratamiento de la fobia social.




INTERACCIONES: La paroxetina es un potente inhibidor de la isoenzima p450 2d6, por lo que se deberá tener precaución cuando se administra concomitantemente con medicamentos que son metabolizados por esta enzima como: antidepresivos tricíclícos, fenotiacinas, antiarrítmicos del tipo IC como encainida, flecainidina o propafenona o medicamentos que inhiben esta isoenzima, como la quinidina. En los casos anteriores puede ser necesaria una reducción de la dosis de paroxetina o del otro medicamento, debido a que pueden producirse elevaciones de las concentraciones plasmáticas. No se recomienda la administración concomitante de astemizol debido a que puede producirse un aumento de la concentración plasmática de este último, por inhibición del citocromo p450, lo que eleva el riesgo de presentar arritmias cardíacas. El uso conjunto de inhibidores de monoaminooxidasa (imao), incluyendo furazolidona, procarbazina y selegilina pueden producir reacciones potencialmente fatales, las que pueden incluir confusión, agitación, inquietud, síntomas gastrointestinales o episodios hipertérmicos, convulsiones severas, crisis hipertensivas o síndrome serotoninérgico. Tampoco debe administrarse moclobemida concomitantemente ya que, al igual que con los inhibidores no selectivos de monoaminooxidasa, pueden producirse reacciones potencialmente fatales y un riesgo aumentado de desarrollar síndrome serotoninérgico. Medicamentos con actividad serotoninérgica administrados en forma conjunta pueden aumentar el riesgo de desarrollar síndrome serotoninérgico el que puede ser potencialmente fatal. Sus síntomas se presentan tempranamente (horas o días) luego de incorporar o aumentar la dosis de agentes serotoninérgicos como paroxetina. Los síntomas incluyen agitación, diaforesis, diarrea, fiebre, hiperreflexia, descoordinación, cambios de estado mental, mioclonus, escalofríos o temblor. Si se reconoce tempranamente, este síndrome generalmente se revierte en forma rápida luego de suspender los medicamentos causantes. No obstante que in vitro la paroxetina no altera la unión a proteínas de la warfarina, puede existir una interacción farmacodinámica que produzca diátesis hemorrágica a pesar de no alterar el tiempo de protrombina, por lo que se recomienda tener precaución al utilizar estos medicamentos en forma conjunta. Se ha reportado un aumento de las concentraciones de teofilina con la administración de paroxetina, por ello en estos casos se recomienda monitorear los niveles de teofilina. La cimetidina podría incrementar las concentraciones plasmáticas de paroxetina, aunque la significancia clínica de esta interacción no se ha establecido. La primidona puede reducir la biodisponibilidad sistémica de la paroxetina, aunque no se recomienda un ajuste de dosis, si se debiera titular al paciente, de acuerdo a la respuesta. La paroxetina podría aumentar la biodisponibilidad de la prociclidina. La fenitoína en conjunto con paroxetina, podría resultar en una disminución de las concentraciones plasmáticas de ambas.




ADVERTENCIAS: Se han reportado serios efectos adversos e incluso consecuencias fatales en pacientes que reciben inhibidores de la recaptación concomitantemente con imao. Entre los efectos adversos reportados se incluyen hipertermia, rigidez, espasmos, inestabilidad autonómica con posibles fluctuaciones rápidas de signos vitales y cambios del estado mental que incluyen agitación extrema progresando a delirio y coma. Estos efectos adversos han sido reportados en pacientes quienes recientemente discontinuada la terapia con paroxetina, han comenzado la terapia con imao. Algunos casos se han presentado con síntomas semejantes al síndrome neuroléptico maligno. Ensayos en animales sugieren que la combinación de paroxetina e imao pueden actuar sinérgicamente para elevar la presión sanguínea y evocar excitación conductual. Por lo tanto se recomienda no administrar paroxetina con imao o por lo menos hacerlo luego de 14 días de discontinuado el tratamiento con imao. A su vez deberá esperarse a lo menos 2 semanas luego de finalizado el tratamiento con paroxetina para comenzar con imao. No se ha establecido la seguridad y eficacia de paroxetina en pacientes pediátricos.

PRECAUCIONES: Durante la fase de premarketing, la hipomanía o manía ocurrió en un 1.0% de los pacientes unipolares tratados con paroxetina en comparación con un 0.3% de los pacientes tratados con placebo. Al igual que con cualquier antidepresivo, la paroxetina debe administrarse con precaución en pacientes con historia de manía. Además durante esta fase, un 0.1% de los pacientes tratados con paroxetina experimentaron convulsiones, porcentaje similar al asociado con otros antidepresivos. La paroxetina deberá administrarse con precaución en pacientes con historia de convulsiones. La posibilidad de intento de suicidio es inherente a la depresión y puede persistir hasta que ocurra una significativa remisión. La terapia deberá supervisarse estrictamente en pacientes de alto riesgo. La administración de paroxetina deberá comenzarse con la dosis mínima necesaria para evitar sobredosificación. En ciertos casos puede presentarse hiponatremia, la cual aparentemente es reversible al discontinuar el tratamiento. Este efecto adverso es más frecuente en pacientes de edad avanzada en terapia con diuréticos. Existen algunos reportes de ocurrencia de sangramientos anormales (principalmente equimosis y púrpura) asociado al tratamiento con paroxetina, lo cual podría estar relacionado con una depleción de la serotonina plaquetaria y consecuentemente un deterioro de la agregación plaquetaria. Como la paroxetina puede provocar mareos o somnolencia, precaución en pacientes que conduzcan vehículos o manejen maquinaria que requiera concentración.

Embarazo y lactancia: La seguridad de paroxetina en el embarazo humano no ha sido establecida, por lo que no debe utilizarse durante en ese período. Debido a que la paroxetina se distribuye en la leche materna en concentraciones similares a las encontradas en el plasma no se recomienda su administración durante la lactancia, a menos que los beneficios compensen los posibles riesgos.




PRESENTACIÓN: Envases conteniendo 10 comprimidos recubiertos.

ANDROMACO S.A.

Quilín 5273 - Peñalolen
Teléfono: 594 8000 / Fax: 510 8494
Email: info@andromaco.cl
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PROPIEDADES

Farmacocinética: La paroxetina es bien absorbida cuando se administra por vía oral y su biodisponibilidad es de un 50% a 100%. En estudios con sujetos normales recibiendo 30 mg de paroxetina diarios por 30 días, las concentraciones en estado de equilibrio se lograron para la mayoría de los individuos en aproximadamente 10 días, aunque en ciertos pacientes este tiempo puede ser mayor. En tratamiento de trastornos de pánico y obsesivo-compulsivos, el inicio de acción puede requerir de varias semanas. La concentración plasmática máxima se alcanza entre 2 a 8 horas luego de su administración y las concentraciones máximas y mínimas en el estado de equilibrio pueden ser de 6 a 14 veces mayores que las esperadas con dosis simples, esto debido a la saturación parcial del metabolismo de primer paso. Su absorción no es influenciada por los alimentos ni los antiácidos. Se distribuye extensamente en los tejidos y, debido a su carácter lipofílico, tienen un gran volumen de distribución (entre 3 y 28 l/kg). Presenta una vida media de eliminación plasmática de aproximadamente 24 horas. Su distribución en la leche materna alcanza concentraciones similares a las plasmáticas. Su unión a proteínas es alta (aproximadamente 93-95%). In vitro se ha visto que no altera la unión de warfarina y fenitoína. La paroxetina es extensamente metabolizada luego de su administración oral, siendo sus metabolitos principalmente polares y productos conjugados (metabolitos glucurónidos o sulfatos) de oxidación y metilación, los cuales son fácilmente excretados. Su metabolización es realizada en parte por el citocromo p450 2d6, cuya saturación a dosis terapéuticas daría cuenta de la cinética no lineal que se observa al aumentar la dosis y duración del tratamiento con paroxetina. Su eliminación es por vía urinaria y fecal, por las cuales se excreta aproximadamente un 64% y un 36% de la dosis respectivamente. Pacientes de edad avanzada: en estudios a dosis múltiples de 20, 30 y 40 mg las concentraciones mínimas (Cmín.) Alcanzadas fueron 70 a 80% mayores a las Cmín. de pacientes más jóvenes. Por ello, la dosis en pacientes de edad avanzada deberá ser reducida. Insuficiencia renal y hepática: las concentraciones plasmáticas de paroxetina se ven aumentadas en pacientes con insuficiencia hepática o renal. La concentración plasmática media en pacientes con un clearance de creatinina menor a 30 ml/min. Es aproximadamente 4 veces mayor en comparación con voluntarios sanos. Pacientes con clearance de creatinina de 30 a 60 ml/min. y pacientes con deterioro de función hepática presentan el doble de concentración plasmática (auc, Cmáx.). La dosis en pacientes con insuficiencia renal o hepática deberá reducirse y efectuar aumentos de la dosis en intervalos, si fuera necesario.




SOBREDOSIFICACIÓN: Los síntomas de sobredosis pueden incluir pupilas dilatadas, mareos, somnolencia, sequedad de la boca, enrojecimiento de cara, irritabilidad, náuseas, taquicardia sinusal, tremor y vómito. No existe antídoto para paroxetina, por lo que el tratamiento es sintomático y de soporte. Se recomienda intentar disminuir la absorción por inducción de emesis, lavado gástrico y administración de carbón activado durante las primeras 24 a 48 horas luego de su ingestión. También se deberá monitorear la función cardíaca si existen signos de anormalidad y los signos vitales y establecer una vía aérea si fuera necesario. Debido al gran volumen de distribución, la diuresis forzada, hemodiálisis o la hemoperfusión pueden no ser beneficiosas.